El ayuntamiento de Cádiz es sin duda el edificio civil que mejor refleja el estilo de la ciudad en su momento de mayor esplendor histórico y artístico. Es el resultado de dos etapas: la primera y principal neoclásica, iniciada en 1799 por el arquitecto Torcuato Benjumeda, y la segunda se llevó a cabo en la construcción una reforma isabelina, fundamentalmente de ornamentación, llevada a cabo en 1861 por Manuel García del Alamo.
En la fachada de aires clásicistas podemos apreciar tres plantas y la torre.
Una planta baja con gran pórtico de arcos de medio punto y de piedra ostionera. Sobre él, un cuerpo central, formado por una gran balconada posada sobre las esbeltas y airosas columnas jónicas que dan elegancia a dicho edificio, rematado por un frontón triangular decorado con un relieve de ''Hércules con el león y las columnas''otorgándole aspecto señorial.
Podemos decir que guarda gran similitud con el monumento más importante de la civilización griega antigua, el Partenon.El resto de la fachada ordena los huecos que interrumpe la pared (vanos) en tres pilastras adosadas del mismo orden, coronados con una peculiar decoración isabelina a base de guirnaldas y reproducciones de monedas fenicias representando atunes y delfines.
Todo el edificio está rematado por una balaustrada y torre central, que reproduce las características de las del anterior Ayuntamiento. De semejanza casi idéntica a una de las 7 maravillas del mundo de la antiguedad, el Faro de Alejandría, ya que en la parte superior encontramos una primera planta cuadrada rodeada de balaustrada. Una segunda planta octogonal con pequeña balaustrada, pináculos; y una tercera formada con ocho columnas jónicas que sostienen una pequeña cúpula semiesférica azul.
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