jueves, 26 de mayo de 2011

Eros y Psique, la excepcion de Cánovas

El artista realizó la obra por encargo del coronel inglés John Campbell (Lord Lawdor), el modelo fue comenzado en 1787, no terminándose la obra hasta 1793; en 1800 fue adquirida por el marchante y coleccionista holandés Henry Hoppe; acabando finalmente en manos de Joaquín Murat, mariscal de Napoleón, quien la hizo transportar hasta su castillo, donde parece que fue admirada por el propio Napoleón, hecho que influirá posteriormente en la vida del artista. 
En esta obra Canova fue capaz de crear una composición verdaderamente expresiva del tema mitológico amoroso de Amor y Psique, representando el modelo culminante de la leyenda, para cuya representación sabemos, por el propio artista, se basó en la obra de Apuleyo El Asno de Oro, de esta forma el escultor una vez más se inspira en los temas y las tradiciones artísticas clásicas grecorromanas en busca de la perfección de formas, el gusto por el desnudo y la delicadeza de las superficies. 
Según el propio Canova, esta obra representa el momento en que Eros, dios del Amor, acude a despertar a Psique (Personificación del Alma), del eterno sueño en el que había quedado sumida tras la inhalación de los vapores de una poción encerrada en un jarrón que le había entregado Proserpina, diosa del Infierno. Al abrir el cántaro, una nube la envolvió y cayó profundamente dormida, no despertando hasta ser besada por su enamorado. 
Mediante esta representación efectista de la pasión, el amor y el deseo existente entre los amantes Canova hace apología del amor a la vez que hace referencia al alma inmortal del mito platónico.
El artista representa a Psique recostada sobre su cadera derecha, la joven se vuelve hacia atrás hacia su amado, el dios Eros, que se aproxima para besarla y rodea su cuerpo con un brazo mientras que con el otro sostiene su cabeza a la vez que ella rodea el cuello de él con sus manos. Ambos amantes se encuentran en el momento justo y tenso que precede al beso. 
Al apreciar la obra podemos vislumbrar una percepción que podemos calificar de extraordinaria, pues los cuerpos están tratados de tal forma que componen un grupo de dos diagonales que a su vez forman una “X” definida ésta por las alas de Eros, su pierna derecha y el cuerpo de psique, encontrándose el centro de la composición en el breve espacio que separa las dos bocas que están a punto de unirse en un apasionado beso. La tensión contenida en la obra surge en los pies de ambas imágenes y se prolonga hacia el centro de la composición, donde ambas cabezas quedan enmarcadas por los brazos de la joven. 
El gusto por lo clásico queda evidenciado en esta obra por la forma que adquieren los pliegues de las telas, que evocan el mismo tratamiento que las esculturas clásicas.
La maestría de Canova en el tratamiento del mármol le permite representar el calor de los cuerpos, la vitalidad y el sentimiento, algo casi imposible de conseguir de un material en apariencia frío y alejado de la naturaleza viva, consigue dotar de piel a sus esculturas.

lunes, 9 de mayo de 2011

Francisco de Goya, el padre del Arte Moderno

(Francisco José de Goya y Lucientes; Fuendetodos, España, 1746 - Burdeos, Francia, 1828) Pintor y grabador español. Goya fue el artista europeo más importante de su tiempo y el que ejerció mayor influencia en la evolución posterior de la pintura, ya que sus últimas obras se consideran precursoras del impresionismo.
Goya empezó a pintar retratos y obras religiosas que le dieron un gran prestigio, hasta el punto de que en 1785 ingresó en la Academia de San Fernando y en 1789 fue nombrado pintor de corte por Carlos IV.

La Familia de Carlos IV



En 1799, pintó para el soberano el famoso retrato La familia de Carlos IV, considerada como su obra maestra.


La Maja Desnuda


Goya trabajó como retratista no sólo para la familia real, sino también para la aristocracia madrileña, y de hecho entre estos retratos se encuentran algunas de sus obras más valoradas, como La condesa de Chinchón o las famosas La maja vestida y La maja desnuda.
En los retratos de Goya destaca, en líneas generales, su atento estudio de las posturas y las expresiones, así como los contrastes de luces y sombras que realzan la figura del protagonista.

Los Fusilamientos del 3 de Mayo
Hacia 1799, el pintor concluyó una de sus grandes series de grabados, Los caprichos, ochenta y dos aguafuertes que constituyen una crítica feroz de la sociedad civil y religiosa de la época. En esta serie aparecen ya algunos personajes extraños y macabros que acabarán protagonizando obras posteriores del maestro.
Por haber trabajado para José Bonaparte, el artista cayó en desgracia tras la restauración de Fernando VII, y en 1815 se retiró de la vida pública.
En 1819 experimentó una recaída en la misteriosa enfermedad que en 1792 lo había dejado completamente sordo.
Su obra, fecunda y versátil, de gran libertad técnica y brillantez de ejecución, no ha dejado de acrecentar la importancia de su figura hasta nuestros días.

domingo, 1 de mayo de 2011

El Dia de la Madre, el dia de las luchadoras


El día de la madre en casi toda Europa es el primer domingo de mayo. Como ya sabes, el mes de mayo es el tiempo dedicado a la Virgen María y por lo tanto, no nos ha de extrañar que el primer domingo de este mes se le dedique a todas las madres, tal y como lo fue María de Jesús. Es también el mes de las flores y ¡a qué madre no le gustan las flores!. De hecho, las celebraciones dedicadas a las madres vienen de la antigüedad, concretamente ya en la Grecia antigua se rendía culto a la diosa Rea, considerada en el mundo mitológico como la madre de los dioses por haber engendrado a Zeus, Hades, Posidón, Hera, Hestia y Deméter. Creta y Atenas fueron los lugares de culto más importante de esta diosa mitológica.

El origen de la celebración en Estados Unidos empezó poco después de la muerte de la madre de una joven llamada Ana Jarvis que falleció en el 1905. La chica, residente en Philadelphia decidió escribir cartas a organizaciones y políticos para rendir un homenaje a las madres de todo el mundo. En 1914 el proyecto se haría realidad gracias al Presidente de los Estados Unidos Woodrow Wilson, declarando como "Día de la Madre" el segundo domingo de mayo. Posteriormente otros países se sumarían a la propuesta.

Ahora bien, no todos los países lo celebran el mismo día, fíjate que en el principio ya te he comentado que en la mayoría de países de Europa es el Primer Domingo de Mayo, en Estados Unidos y en Alemania, es el segundo, y en países de Latinoamérica, la fecha también varía. En México por ejemplo, es el 10 de mayo. Los mexicanos decidieron esta fecha gracias a la instancia del periodista Rafael Alducín en el periódico "Excélsior" el 13 de abril de 1922. El 10 de mayo de aquél año se celebraba por primera vez la fiesta. En Nicaragua, por poner otro caso, se escogió el 30 de mayo, ¿sabes por qué?. Pues porque en dicha fecha era el cumpleaños de Casimira Sacasa, madre de la esposa de Anastasio Somoza, presidente entonces de este país en la década de los años 40. Por otro lado, en Argentina lo celebran el tercer domingo de octubre.

Aprovechar este día y recordarle a vuestras madres lo importantes que son en vuestras vida, porque madre solo hay una.

viernes, 29 de abril de 2011

La Santa Cueva, escalera hacia la divinidad

El oratorio de la Santa Cueva de Cádiz fue construido en el siglo XVIII para realizar la función de oratorio para ejercitantes.

Este oratorio esta formado por dos pequeños recintos de carácter religioso pero ambos de muy distinta tipología y condición.




La superior, una iglesia, la cual consta de una extraordinaria riqueza y luminosidad.La otra estancia es subterránea, formada por una capilla, tiene una mayor austeridad y recomiendo. Esta fue construida en el año 1781 a instancias de José Sáenz de Santa María, con un calvario de mármol el cual es una obra de Vaccaro y Gandulfo. Esta idea de la parte subterránea fue a partir de un sótano que apareció bajo la parroquia del Rosario en esta misma comunidad. En la capilla alta podemos contemplar obras de artes destacadas, entre las cuales podemos encontrar lienzos de Goya.


También podemos destacar que este oratorio es uno de los máximo exponentes de la arquitectura neoclásica religiosa en Andalucía aunque también encontramos en ellas elementos barrocos, el cual es obra de los arquitectos Torcuato Cayón y Torcuato Benjumeda. El oratorio se encuentra en el interior de una manzana de viviendas del casco histórico de la ciudad. La parte superior está formado por una planta elíptica, realizada con un tratamiento riquísimo de materiales acabados muy delicados y llena de detalles de muy exquisita decoración. Esta planta se apoya sobre la capilla inferior formada por tres naves, en un alarde costructivo audaz muy considerable.


Este oratorio fue consagrado culto por el obispo de la diócesis de Cádiz, Don Antonio Martínez de la Plaza, en el año 1796. El promotor del oratorio es José Sáenz de Santa María, marqués de Valde-Iñigo, el cual enriqueció el templo con una pieza musical que acompañaba en la mañana del viernes santo, la predicación de las siete ultimas palabras de Jesucristo. Dicha pieza fue encargada a Joseph Haydn, el cual la tituló Las Siete Ultimas Palabras de Nuestro Salvador en la Cruz.

En la siguiente fotos podemos ver el horario de visitas a la Santa Cueva:


El ministerio de Cultura declaró este oratorio como Monumento Histórico-Artístico de carácter Nacional en el año 1981.

Torcuato Benjumeda, nuestro arquitecto neoclasicista

Torcuato José Benjumeda nació en El Puerto de Santa María, el 4 de enero de 1757. Sus padres eran Miguel José Benjumeda y María Laguada. Fue bautizado el 9 de enero en la iglesia Prioral de aquella ciudad, siendo apadrinado por Torcuato Cayón de la Vega. Inició sus estudios en 1767 en la escuela que su padrino tenía en su propia casa. Junto a él se formará también Miguel de Olivares.
Se casó Benjumeda con doña Cándida Martínez de Pinillos, hija de don Manuel y de doña Teodomira Delgado. Era natural de Cádiz, de la que tuvo cinco hijos: María, Josefa, Francisco de Paula, Micaela y Manuel. Vivieron en el número 189 de la plazuela de la Cruz Verde.
En 1781, cuando contaba 24 años de edad, estuvo sustituyendo a Cayón en las tareas de Maestro Mayor de obras de la ciudad, a causa de las ausencias y enfermedades de éste, misión que estuvo desempeñando por espacio de dos años. El 11 de enero de 1783 muere Torcuato Cayón. A Benjumeda corresponderá continuar la labor emprendida por su maestro en algunos edificios religiosos, al verse privado de los cargos más importantes de la ciudad.
En 1789 fue nombrado Teniente de Arquitectura de la Academia de Nobles Artes de Cádiz. Tres años después, al ausentarse Albisu para reconocer los pantanos de Lorca, fue designado su sustituto como Maestro Mayor de la ciudad. Será en 1793 cuando Benjumeda alcance su máxima aspiración: ser nombrado académico de mérito de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. El cargo de arquitecto primero de la ciudad lo obtuvo al ser jubilado Albisu, por acuerdo de 16 de diciembre de 1807, ratificado por el Real y Supremo Consejo el 7 de diciembre de 1809. En 1816 fue propuesto Presidente de la Academia de Cádiz, nombramiento que se hizo definitivo al año siguiente por fallecimiento de Albisu el 13 de abril. A partir de entonces se consignó a Benjumeda el sueldo íntegro de arquitecto mayor, que gozaba el anterior en su jubilación. Las oficinas del arquitecto y alarifes de la ciudad se hallaban en la calle Murguía, 169.

  Fachada del Ayuntamiento de Cádiz. Benjumeda, 1799.  


Tomó parte activa en el sitio de Cádiz, siendo promovido a segundo subteniente del batallón de Artilleros Voluntarios Distinguidos el 26 de septiembre de 1809, a teniente en 1821 y a capitán de la segunda compañía del Batallón de Artillería, el 23 de diciembre de ese mismo año.
Un punto negro en la vida de Benjumeda tuvo lugar al caerse la Plaza de Toros de Cádiz en 1820. Al responsabilizarse al arquitecto mayor de la ciudad, estuvo suspenso de empleo y sueldo hasta su rehabilitación en 1824.
En 1833 solicitó permiso al Ayuntamiento para ausentarse por motivos de salud. Se hallaba convaleciente de un ataque nervioso. Quedó como sustituto su hijo Francisco de Paula, quien había sido nombrado ayudante el 30 de marzo de 1829.
Benjumeda falleció en Cádiz el 15 de abril de 1836, a los 79 años de edad. "Fue conducido su cadáver con cruz de segunda clase, hasta Puerta Tierra, y se le hizo funeral de dicha clase en esta parroquia (San Lorenzo)". Hizo testamento ante el escribano público D. José García de Meneses el 2 de abril de ese año. Al fallecer era acreedor de grandes sumas, debidas a no habérsele hecho efectivas la mayoría de sus obras, ni en el cargo de arquitecto mayor de la ciudad, ni de presidente de la Academia.
Torcuato Benjumeda fue el iniciador de una dinastía de arquitectos, aunque de poco relieve. Su hermano Juan Lorenzo fue profesor de Arquitectura y Alarife del público. Ocupó el cargo de Maestro mayor de obras de la ciudad en 1819, a la muerte de Liberato Delgado. Trabajó junto a Torcuato en calidad de aparejador en numerosas obras. Francisco de Paula, el primer hijo varón de Torcuato, fue nombrado Ayudante de Arquitecto Mayor, en 1829, cuando era estudiante de Arquitectura. Años después fue destinado a Sevilla como Jefe de Hacienda y estuvo en posesión de la orden de Carlos III.

Caracteres generales de su obra

  Cárcel Real de Cádiz. Benjumeda, 1794  
Cárcel Real de Cádiz. Torcuato Benjumeda, 1794.

Las raíces arquitectónicas de Benjumeda responden a una línea italiana que había de alcanzar gran raigambre en nuestro país. Sus orígenes están en la corriente que podríamos denominar Peruzzi-Serlio-Viñolesca, con su entronque a través de la versión nacionalizada por Herrera. A esta corriente del renacimiento clasicista que en Andalucía tuvo gran tradición local, hay que añadir la influencia de Borromini, tan en boga entre nuestros arquitectos de la segunda mitad del siglo XVIII.
Los recuadros subrayando las ordenaciones, los grandes tarjetones, los frisos amensulados (sobre todo en el orden compuesto), son motivos de Serlio que recoge Herrera y que Benjumeda actualiza a fines del siglo XVIII y en el primer tercio del siglo XIX. También este arquitecto gaditano, como Herrera, utilizó la combinación de piedra y ladrillo, los basamentos almohadillados, las pilastras casi sin resalte, los recuadros y la superposición de arco y dintel. Las fachadas de sus edificios (en los civiles, principalmente) suelen ser lineales y abstractas, procurando la euritmia, para que no se destaque ningún elemento. Otros elementos decorativos que Benjumeda generaliza son los arcos ciegos, moldurados, las pilastras jónicas con guirnaldas, y las ménsulas que hacen función de capiteles.

Obra
  Interior del Oratorio de la Santa Cueva (Cádiz)

Las primeras obras que conocemos documentalmente de Benjumeda corresponden al año 1781. Fue durante los dos últimos años de la vida de Torcuato Cayón, en los que le suple en los diseños y planos de la Plazuela del Carbón (Plaza de España), subida a Santo Domingo (Cuestas de las Calesas), Plaza de San Roque, Puertas de Tierra y Casa Nueva de Comedias.

Cuando en 1783 muere su maestro, prosiguió las obras de la Iglesia de San Juan Bautista de Chiclana de la Frontera y la de San José de Puerto Real; así como la Santa Cueva y la Institución de las Recogidas, y las iglesias de San Pablo, el Rosario y la de San José, todas ellas en Cádiz. Como dibujante figura también en un túmulo dedicado a Carlos III, grabado por José Rico.
1792 va a ser un año decisivo. Por ausencia de Albisu es nombrado arquitecto segundo de la ciudad, cargo que le va a servir para prestar servicios en otros pueblos de la comarca. El Ayuntamiento de Puerto Real le encarga hacer el proyecto de Mercado. Es en este año cuando empieza su labor en la arquitectura civil de Cádiz. Diseña los planos urbanísticos de la zona del Pópulo y los de la Cárcel Real. A ellos seguirán los de la casa unida a la Iglesia del Rosario, Amargura, 19; casas en la Plaza de San Juan de Dios, etc.
En 1794 reconstruye la Alhóndiga; acaba la Iglesia de San José de Puerto Real y se inaugura (sin concluir) la Cárcel Real. Dos años después realiza el retablo mayor de la Iglesia del Rosario. Del año 1799 es su conocida reforma para las Casas Consistoriales de Cádiz, actual Ayuntamiento, mediante la cual antepone a las antiguas casas barrocas ya existentes una muy importante fachada neoclásica acorde con la categoría del edificio y la mentalidad del momento; y diseña un edificio para panadería y Juzgado.
En diciembre de 1801 le aprueban los planos del Cementerio, en el que diseña una fastuosa capilla, que no se realizó. Al año siguiente interviene en la construcción del Ayuntamiento de San Fernando, acaba el Mercado de Puerto Real y diseña el Hospital de Unciones que se proyecta en el Juego del Balón.
De 1803 data un nuevo plano de la Plaza de San Juan de Dios, donde proyecta la nueva Pescadería. Más tarde se le aprobará el Mercado de la Plaza del Hospital Real. Planifica en 1807 el Barrio del Balón y diseña un edificio para Molino de pan en la calle Herrón. Al año siguiente reedifica los muelles de Puerto Real.
A lo largo de 1815 realiza una obra de urbanización en el terreno que media entre las dos Catedrales y hace otro plano del Cementerio. Hay que destacar en el año siguiente los planos que ejecuta para el Ayuntamiento. En 1818 hace un nuevo plano para el Camposanto y realiza unas reformas en el Colegio de la Compañía de Jesús.
En 1820 un incidente va a eclipsar la figura de Benjumeda durante algún tiempo: el derrumbamiento de la Plaza de Toros de Cádiz. Hasta 1824 no se rehabilitó totalmente en su cargo. A pesar de ello, comenzó algunas obras como la urbanización de la Plaza de los Descalzos (Libertad), en 1821, y la de San Francisco, en 1822.

miércoles, 27 de abril de 2011

El Neoclasicismo, el arte del siglo XVIII

El neoclasicismo es un movimiento artístico que se revela ante el clasicismo de finales del período barroco. No vuelve su mirada a la naturaleza y a lo nacional, como el clasicismo si no que se dirige directamente a la antigüedad clásica. En la literatura, donde el movimiento empieza, toman las normas de Aristóteles y Horacio sobre la poesía como algo inmutable y rígido. En arquitectura y demás artes las proporciones clásicas en la construcción fueron la norma, entonces encontramos edificios con columnas al estilo griego y guardando las proporciones del rectángulo de oro (donde la división entre el lado mayor y el lado menor da el número aureo que equivale a 1,6180339887... aproximadamente pues es un número irracional).
Es frecuente encontrar edificios como teatros con nichos aludiendo a las musas del arte junto a con grandes escritores del momento como Cervantes o Petrarca. Boilau en Francia, Luzán en España y un poco después Gravina y Muratori en Italia se encargan de darle el contenido doctrinal a este movimiento antibarroco que conocemos como el neoclasicismo. La universalidad que pretendía dar a la cultura se siente como un regreso al los ideales universalistas del renacimiento y con ello resultó un tipo curioso de complemento a la mentalidad absolutista del momento, la palabra del rey era la ley de la misma manera que la palabra de la antigüedad clásica también lo era.

Los artistas neoclásicos eran muy déspotas con sus creaciones y manifestaban un egocentrismos que como digo se complementaba bastante con el absolutismo monárquico. Sin embargo hay grandes diferencias propias del movimiento sobre todo en qué reglas seguir. En la pintura y la escultura se vuelven a representar escenas de la mitología y la historia de Grecia y hasta de Roma pero con los rostros de nobles y personajes modernos, que muchas veces posan vestidos con las ropas de la época.
También el ideal de belleza vuelve sus ojos a los estilos griegos y vemos a las mujeres algo pasadas de peso pero guardando proporciones muy agradables, por usar este ejemplo. El neoclasicismo se revela al barroco y en especial al rococó, pero en su vuelta a la antigüedad griega se vuelve tan rígido como el mismo barroco que si somos sinceros es un fenómeno que experimentan todos estos movimientos.

La Cárcel Real, el Neoclasicismo hecho piedra

En 1792 la ciudad de Cádiz, en atención a la mala distribución, situación y construcción de la antigua cárcel, determinó la construcción de una nueva, en un paraje más ventilado y de una capacidad proporcionada a la población. Lo diseña en el año 1794 Torcuato Benjumeda, el más representativo de todos los arquitectos que trabajan en la ciudad, en un momento en que comienza el declive económico y en el que el Neoclásico está de moda, en contraposición con el hasta entonces vigente Barroco, que ahora se considera decadente e incluso de mal gusto. El coste total de las obras fue de 3,5 millones de reales.
Los planos están fechados en 1794, año en que comienzan las obras. Sin embargo, tienen que ser posteriores, ya que Benjumeda firma con el título de Académico de mérito, título que no se le concedió hasta 1807. También se cita a la ciudad como Muy Heroica, título que fue concedido a la ciudad de Cádiz en 1816.
El edificio se comienza a utilizar en el año 1836, cuando se termina gran parte del mismo por el también arquitecto Juan Daura, quedando entonces por terminar el último tramo, el más cercano al mar, que no se acabó hasta el año 1.990, en la rehabilitación realizada para el Ministerio de Justicia por J. Montes Deza, para habilitarlo como sede de los Juzgados, que lo salvó de un estado casi de ruina. Siguiendo los planos originales se completó la última crujía del edificio y se instala a modo de remate en el cuerpo avanzado de la fachada principal, un ático rectángular y un gran escudo con dos pináculos a los lados.
Hoy día se desconoce cuál será el futuro de este edificio, sin lugar a dudas, la obra cumbre del Neoclásico andaluz.
Edificio de planta rectangular, de 66,87 por 33,45 metros y perfectamente simétrico, que se organiza según un patio central cuadrado y de otros dos rectangulares menores a los lados, alrededor de los cuales se distribuyen las celdas y otras dependencias en dos plantas de altura.
En alzado presenta dos plantas, con un cuerpo central avanzado. Pilastras toscanas, de orden gigante (peraltadas sobre un basamento) enmarcan los vanos. Las ventanas de la planta baja, de mayor luz, tienen un sencillo guardapolvo de traza horizontal, que desciende cóncavo en sus extremos. Sobre las pilastras corre un entablamento, en cuyo friso hay triglifos y bajo ellos tres gotas.
El cuerpo central de la fachada presenta cuatro columnas toscanas adosadas, más dos pilares en los extremos, del mismo orden. En los lados menores del cuerpo central, sobre los vanos de la planta baja, enmarcados por pilastras, se distribuyen unos semicírculos ciegos, sobre los que hay inscrito un óculo.
Encima de la portada principal tenía una inscripción que decía: "Odia el delito, compadece al delincuente", frase debida a Concepción Arenal.

sábado, 26 de febrero de 2011

El siglo de Oro de Cadiz, siglo XVIII

Fue la Edad de Oro del puerto de Cádiz (se conocen datos de que a mediados de siglo, de Barcelona salían 23 barcos a las Indias, 26 de La Coruña, 34 de Málaga y de Cádiz 73 naves con más del 80 por ciento del volumen total de exportación a Ultramar).En 1700 se produce en la monarquía española un cambio de dinastía que supone además la introducción en el país de una concepción ilustrada y racionalista que acompaña el ascenso moderado de la burguesía en la sociedad. Para Cádiz este sería su siglo de oro, pues gracias al auge comercial de estos años la ciudad se transforma en una de las mayores de España (sólo superada por Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla) y posiblemente en la más rica. Duplicó su número de habitantes a lo largo del siglo, pasando de 40.000 a 80.000. Y si se tiene en cuenta a la población flotante, nunca censada, debió llegar a finales de la centuria a los 100.000 habitantes. Este crecimiento se debía fundamentalmente a la inmigración, procedente del norte de la península y del extranjero.

La ciudad tuvo una dedicación casi exclusiva al comercio, y el ambiente mercantil se hizo notar en todos los aspectos de la vida social. En Cádiz había tres teatros y más de treinta Cafés, que eran lugar de reunión y de tertulias literarias. Todo ello se vio influido por el ambiente cosmopolita que le daba la amplia presencia de extranjeros, en especial italianos y franceses, que suponían casi el 10 por ciento de la población y que trajeron, los primeros, el gusto por la arquitectura y la opera, y los segundos, la difusión de libros e ideas ilustradas.

Con el traslado de la Casa de Contratación a Cádiz, la ciudad se impregnó de espíritu americano que se notó en el habla, la forma de vestir, el folklore y los jardines que se llenaron de plantas del Nuevo Mundo, que aún hoy se conservan: ombúes, dragos, ficus, jacarandás, etc.

El comercio con América experimentó grandes cambios a lo largo del siglo XVIII. Lo que se buscaba era la ampliación del tráfico a zonas geográficas distintas de las habituales, manteniendo la defensa del monopolio pero buscando sistemas más flexibles que permitieran un mejor abastecimiento del continente y evitando en lo posible el contrabando.

La primera novedad introducida por Felipe V fue el traslado de la Casa de Contratación y el Consulado a la ciudad de Cádiz. Esto significó el triunfo definitivo de los gaditanos que, desde finales del siglo anterior, venían desempeñando en la práctica las funcio-nes de capital del monopolio aunque los organismos oficiales continuasen en Sevilla. Este cambio del centro de gravedad del comercio americano estuvo relacionado con la demanda de las colonias, que empezaron a producir in situ los bienes básicos que hasta ahora recibían de Sevilla y a reclamar artículos manufacturados de calidad. Fueron entonces los géneros flamencos, italianos y franceses - fundamentalmente tejidos- los que adquirieron mayor importancia. Dada la destacada presencia de comerciantes extranjeros en Cádiz, este hecho fue definitivo para convertir a la ciudad en punto de partida y de regreso obligatorio de todos los viajes ultramarinos.
En principio, continuó el sistema tradicional según el cual todos los navíos que se dirigían hacia América debían reunirse en una flota y navegar juntos como medida de protección. Cada año zarpaban dos flotas, escoltadas por navíos de guerra, que iban destinadas a los dos virreinatos existentes. Una iba a Nueva España, saliendo de Cádiz en primavera para pasar por Canarias, las Antillas y llegar hasta el puerto mexicano de Veracruz. A su vuelta pasaba por La Habana y volvía a Cádiz por una ruta más al norte que a la ida. La otra flota era conocida como Galeones de Tierra Firme. Salía del puerto gaditano en verano y se dirigía, también por Canarias, a Cartagena de Indias y a Portobelo. A la vuelta pasaba igualmente por La Habana. No eran éstos los únicos barcos que unían España con América, estaban los azogues que transportaban el mercurio necesario para las minas de plata, y los buques correo que llevaban información pero no mercancías.
Este sistema era demasiado rígido y no conseguía oponerse al contrabando, por lo que en 1720 se fijó un nuevo reglamento que imponía diversas medidas que facilitaron la venta de productos españoles en detrimento de los extranjeros, aumentando también las rentas de la Corona mediante la subida de los impuestos sobre los metales preciosos.
Otra novedad importante fue la creación de las compañías privilegiadas, nombre por el que se conocía a una serie de compañías por acciones, concedidas por privilegio real y que tenían el monopolio del comercio en un determinado territorio. Ya en 1714 hubo un intento fallido con la creación de la Compañía de Honduras que quebró enseguida y con la intención de la Compañía de Ostende de establecerse en Cádiz. A fin, en 1728 aparecía la primera compañía que tuvo éxito y que se convertiría en la más importante, la Guipuzcoana de Caracas, cuyos objetivos fueron comerciar con Venezuela y fomentar su agricultura , especialmente el cultivo del cacao. A la vuelta de América, todos estos navíos debían pasar por Cádiz para ser registrados y pagar los derechos correspondientes, pero desembarcaban en los puertos vascos de Pasajes o San Sebastián. A partir de 1756 se sitúa la época de esplendor de la Compañía, que dura hasta 1781 en que su flota es destruida en la guerra contra Inglaterra. Durante este período, hasta diez barcos llegaban todos los años de Venezuela a Cádiz.
En 1733 se intentó lanzar la Compañía de Filipinas, que no sería una realidad hasta 1785. Y años después, en 1740, se creó la de La Habana que ejerció el monopolio con Cuba hasta 1762. El mismo año de su creación supuso también la sustitución del sistema de flotas por el de navíos de registro, lo que significó cierta apertura al permitir un servicio regular de correos desde La Coruña, y el acceso a lugares como Chile, Río de la Plata y otras colonias que estaban demasiado alejadas de Veracruz y Portobelo. Por último, la Compañía de Barcelona, creada en 1755, supuso la afirmación del comercio catalán con América; aunque sus barcos debían pasar primero por Cádiz.
Todas estas compañías y algunas más que fracasaron vinieron a ser un exponente más del deseo regio de flexibilizar el comercio americano, pero no se debe olvidar que Cádiz continuaba siendo cabeza del monopolio y enriqueciéndose a costa del abundante tráfico comercial.
Para entrar en algunos datos relevantes y conocer el contenido del comercio gaditano con América, habría que analizar las cifras que proporciona el trabajo de García Baquero al respecto, quizás el más completo sobre esta materia. El movimiento de navíos entre Cádiz y América durante el monopolio (1717-1765) consistió en un total de 1.592 viajes, de los que 1.083 son de ida y 869 de regreso; lo que supuso un incremento general del tráfico respecto al anterior período sevillano.
García Baquero ha señalado dos etapas: una de crecimiento hasta 1747, y otra de mayor auge entre 1748 y 1778 cuando se firma el Decreto de Libre Comercio. En la primera fase, la media anual fue de 34,3 navíos y 8.932 toneladas; mientras que a partir de 1748, esas medias pasaron a ser de 76 navíos y 23.831 toneladas. El incremento se debía al cambio del sistema de flotas por el de los navíos sueltos y a la actividad de las compañías privilegiadas.
Respecto a las exportaciones, los productos industriales suponían algo más del 50 por ciento del total y el resto pertenecía a los productos agrícolas. De los primeros destacan los textiles que procedían, en su mayor parte, de países europeos y que representan las tres cuartas partes de lo exportado. En la restante cuarta parte, la mayor importancia la tenían los productos siderúrgicos, el papel y la cera. En cuanto a los productos agrícolas, más de tres cuartas partes eran ocupadas por el vino y el aguardiente. El resto correspondía sobre todo al aceite y las especias.
Para las importaciones se puede distinguir entre las dos etapas. En la primera predominan el tabaco y el cacao, que se repartían las tres cuartas partes del total. Le seguían el añil, la grana, el azúcar, los palos de tinte, plantas medicinales, el cobre y el estaño. Para la segunda fase, el azúcar pasó a compartir con el cacao la primacía abarcando ambos un 60 por ciento del total. El tabaco suponía ahora un 15 por ciento y el resto se lo repartían el grupo de productos mencionados anteriormente.
Sin embargo, la parte fundamental del tráfico americano fueron los metales preciosos, llamados caudales. Para el primer período, llegaron a España 131,4 millones de pesos en plata y 19,5 en oro. Este dinero iba a parar en mayor medida a los particulares que a la Hacienda, además de que muchas veces el metal era descargado antes de entrar en el puerto de Cádiz para evitar así el pago de los impuestos.
Cuando parecía que mejor funcionaba el sistema, Carlos III decidió desmantelarlo pensando que el comercio libre entre España y América permitiera aprovechar el auge que se estaba produciendo. El cambio se inició en 1765, cuando se autorizó el comercio directo con Cuba, Santo Domingo, Puerto Rico, Margarita y Trinidad a los puertos de Cádiz, Santander, Gijón, La Coruña, Sevilla, Málaga, Cartagena, Alicante y Barcelona. Este relajamiento del monopolio gaditano desembocó en el Reglamento para el Comercio Libro que se publicó el 12 de octubre de 1778. A los puertos habilitados en 1765, más Santa Cruz de Tenerife y Palma de Mallorca, se les permitía negociar libremente con todos los puntos de América, excepto México y Venezuela, donde persistie-ron los monopolios de Cádiz y San Sebastián respectivamente.
El nuevo sistema no afectó negativamente en un principio al puerto gaditano, que mantenía su tráfico intensivo con Cuba y Nueva España, beneficiándose además del incremento de actividad comercial con Nueva Granada y el Río de la Plata.
Pasado 1780 se eliminaron las restricciones que aún quedaban en el comercio americano. La Compañía de Caracas se disolvió en 1785, aunque sus accionistas invirtieron en una nueva que monopolizará el comercio con Filipinas desde Cádiz. También los gadi-tanos debieron liberar a partir de 1789 el tráfico mexicano, que se abrió al resto de los puertos españoles.
Cuando en 1790 desaparecía la Casa de Contratación quedaba fijado el nuevo modelo que indica valores claramente positivos, con una aumento en 1796 del volumen de las exportaciones en torno al 400% con respecto a 1778. 
El Decreto de Libre Comercio favoreció a Cádiz más que a ningún otro puerto, de tal manera que de él entraban y salían centenares de navíos hasta superar los mil al año. Concretamente, según datos de 1792, el puerto gaditano participaba en el 71,5 por ciento del total de las exportaciones y en un 80,8 por ciento de las importaciones. De Cádiz partieron todo tipo de artículos, aunque se observa una menor demanda del mercado indiano de productos de primera necesidad y se reclaman más productos industriales o difíciles de obtener en América: hierro, acero, tejidos de calidad, cera, medicinas, libros, etc. En cuanto a los géneros coloniales que llegan a Cádiz, siguen destacando el tabaco y el cacao, seguidos del azúcar, índigo, cochinilla y cueros.

En suma, es evidente el predominio del puerto gaditano, uno de los principales de Europa a pesar de haber desaparecido el monopolio. A partir de 1797, con el permiso de que países extranjeros participen en el comercio hispanoamericano, se inicia la progresiva decadencia del comercio indiano y quedan para la historia los niveles máximos del setecientos como un techo nunca superado, al menos para la ciudad de Cádiz.

jueves, 17 de febrero de 2011

Guerreros de Riace, sinónimo de perfección

Guerrero viejo(izq) y Guerrero jóven(drch)
Estas estatuas de bronce están atribuidas a varias escuelas y autores, entre ellos a la escuela de Praxiteles, a la del mismo Fidias, y sobre todo a Pitágoras de Reggio, cerca de donde se encontraron.
Dimensiones: 2,05 m.

Estilo griego clásico, de

Cronología aproximada: Siglo V aC. entre los años 460 y 430 aC.

Localización: Museo de Reggio Calabria, Italia.
Las estatuas son dos esculturas exentas, conocidas popularmente como el guerrero viejo y el joven, encontradas en el Mar Jónico, en las costas de Riace, muy cerca de Reggio Calabria. Seguramente el barco que las transportaba sufrió un naufragio, y toda su carga, ha permanecido en el fondo del mar hasta 1972, año en el que fueron rescatadas.

Ambos guerreros presentan una posición muy parecida, la pierna derecha recta, sosteniendo la mayor parte del peso del cuerpo, y la izquierda ligeramente flexionada. El brazo izquierdo está doblado formando un ángulo de 90, seguramente para aguantar un escudo, mientras que el derecho, más estirado a lo largo del cuerpo, seguramente sujetaba una lanza o una espada. Ambas formaban parte de un grupo escultórico, y estaban diseñadas para ser vistas de frente.Como se puede apreciar en las imágenes, el trabajo en bronce, es de tal perfección que hasta los mínimos detalles se han estudiado con detenimiento, para dar el mayor realismo a las figuras. La figura B presenta el pelo corto y complétamente recogido, como para adaptar un casco, mientras que el guerrero A tiene el pelo largo sujeto por una cinta.
Ambos tienen añadidos de otros materiales, como el cobre de las pestañas y los labios, la plata de los dientes y el marfil de los ojos. El escultor demuestra un enorme conocimiento de la técnica de la cera perdida y de la proporción en las imágenes.

La postura es muy natural, y al mismo tiempo amenazadora, ojos de mirada fija, boca entreabierta, sin duda las figuras estaban destinadas a impresionar al pueblo. El trenzado del pelo y la barba, la poderosa musculatura, el relieve de la piel, donde son visibles los grandes músculos, venas y tendones, son también un prodigioso estudio de la anatomía humana.
Ambas estatuas tienen el indudable valor de ser de las pocas obras originales que se pueden observar tal como eran las esculturas clásicas de bronce.
Seguramente las estatuas están realizadas en el mismo taller, participan de características muy reconocibles del llamado estilo severo, que tuvo a Policleto como su punto culminante y al contrapposto como la técnica postural más habitual.
Esta técnica consiste en dividir el cuerpo longitudinalmente en dos zonas, una tensa, sobre la que descansa el peso de la figura, y otra relajada. El contraste hace que se tenga que replantear todo el sistema postural de la figura. La prolongación de las caderas y los hombros convergen hacia el lado tenso de la estatua, y divergen hacia el lado relajado.

En cuanto a su identificación, también hay polémica. Algunos los consideran simples representaciones de guerreros anónimos, encargados por el tirano de Rhegion, o de otra de las ciudades de la Magna Grecia

lunes, 14 de febrero de 2011

San Valentín, sus origenes

Los enamorados tienen un día en nuestro calendario para demostrar o reafirmar su amor mediante regalos, dedicatorias o poemas pero ¿por qué el 14 de febrero? Todo esto tiene una explicacion.
Existen diversas teorías que otorgan a esta fecha el origen del Día de los Enamorados. En los países nórdicos es durante estas fechas cuando se emparejan y  aparean los pájaros, de ahí que este periodo se vea como un símbolo de amor y de creación.
Algunos creen que es una fiesta cristianizada del paganismo, ya que en la antigua Roma se realizaba la adoración al dios del amor, cuyo nombre griego era Eros y a quien los romanos llamaban Cupido. En esta celebración se pedían los favores del dios a través de regalos u ofrendas para conseguir así encontrar al enamorado ideal.
También, y hace muchos siglos, fue tradicional en Inglaterra la "fiesta de los valentinus", donde se elegían a hombres y a mujeres para que formaran pareja. Muchas de estas parejas se convertían en marido y mujer y conseguían la felicidad de pareja que se espera encontrar y consolidar el Día de San Valentín.

Otras fuentes centran el origen de la historia de San Valentín en la Roma del siglo III, época en la que el cristianismo era perseguido. En este periodo también se prohibía el matrimonio entre los soldados ya que se creía que los hombres solteros rendían más en el campo de batalla que los hombres casados porque no estaban emocionalmente ligados a sus familias.
Es en estas circunstancias cuando surge la figura de San Valentín, un sacerdote cristiano que ante tal injusticia decide casar a las parejas bajo el ritual cristiano a escondidas de los ojos romanos.
Valentín adquiere por proteger a los enamorados y auspiciar bodas secretas gran prestigio en toda la ciudad y es llamado por el emperador Claudio II para conocerle. El sacerdote aprovecha aquella visita para hacer propaganda de la religión cristiana y convencer al emperador para que siga los pasos de Jesús. Aunque en un principio Claudio II se sintió atraído por aquella religión que los mismos romanos perseguían, los soldados y el propio Gobernador de Roma le obligaron a desistir y organizaron una campaña en contra de Valentín. El emperador romano cambió de opinión y ordenó al gobernador de Roma que procesara al sacerdote.
La misión de condenar al sacerdote la tuvo que llevar acabo el lugarteniente, Asterius. Éste, cuando estuvo delante del sacerdote,  se burló de la religión cristiana y quiso poner a prueba a Valentín. Le preguntó si sería capaz de devolver la vista a una de sus hijas que era ciega de nacimiento. El sacerdote aceptó y en nombre del Señor obró el milagro. El lugarteniente y toda su familia se convirtieron al cristianismo pero no pudieron librar a Valentín de su martirio. San Valentín fue ejecutado un 14 de febrero.
Mientras estuvo encerrado, su carcelero le pidió que diera clases a su hija Julia, a base de lecciones y horas juntos, Valentín se enamoró de la muchacha. La víspera de su ejecución, envió una nota de despedida a la chica en la que firmó con las palabras "de tu Valentín", de ahí el origen de las cartas de amor y poemas que se envían los enamorados en la actualidad y de la expresión de despedida "From Your Valentine"; conocida en todo el mundo adjunta en miles de postales de San Valentín.
La historia de San Valentín hubiera quedado ahí si no fuera porque dos siglos más tarde la Iglesia católica la recuperó. Por aquel entonces era tradición entre los adolescentes practicar una curiosa fiesta pagana derivada de los ritos en honor del dios Lupercus, dios de la fertilidad que se celebraba el día 15 de febrero. Era un sorteo mediante el cual cada chico escogía el nombre de una joven que se convertiría en su compañera de diversión durante un año. La Santa Sede quiso acabar con esta celebración pagana y canonizó a San Valentín como patrón de los enamorados.

Basílica de San Valentín
El cuerpo de San Valentín se conserva actualmente en la Basílica de su mismo nombre que está situada en la ciudad italiana de Terni. Cada 14 de febrero se celebra en este templo un acto de compromiso por parte de diferentes parejas que quieren unirse en matrimonio al año siguiente. 
Sea como fuese, San Valentín se ha convertido en el patrón de todos los enamorados y de todas aquellas personas que quieren tener una pareja. Los comerciantes se han hecho eco de esta festividad y la han convertido en un día perfecto para aumentar las ventas. Flores, postales, poemas de amor, dedicatorias, bombones y regalos de todo tipo se realizan este día al ser querido para demostrar su amor y amistad.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Hércules Gaditano, Non Plus Ultra

Estatua del Hércules Gaditano





En el siglo I a. C. Estrabón refiere en su Geografía que los tirios fundaron Gadeira, alzando un santuario a Melkart, figuración primitiva de Hércules, en la parte oriental de la isla y la ciudad en la parte occidental. Se decía que el templo había sido fundado en tiempos de la guerra de Troya a comienzos del siglo XII a. C.

Castillo de Santi-Petri, donde estuvo el templo de Hércules









El santuario probablemente sería un conjunto de edificaciones donde habría un edificio principal y un patio al que se accedía por una puerta flanqueada por dos grandes columnas. En el frontispicio aparecían los doce trabajos de Hércules labrados en bronce. No existía ninguna imagen del dios en el interior del recinto. Asimismo hace referencia al hecho de que los sacrificios humanos estaban prohibidos y a que en su altar ardía un fuego perpetuo, cuidado por la incesante vigilancia de sus sacerdotes. Según Estrabón, en las columnas de la entrada los navegantes hacían sus sacrificios. Abundaban en el santuario los altares de bronce con escenas de la vida de Hércules donde ardía el fuego. Además eran famosos los dos pozos de agua dulce que tenían un régimen de crecidas inverso al de las mareas.
Según el historiador latino Pomponio Mela, bajo el templo estaban enterrados los restos de Hércules, de ahí su gran fama.
Durante la época romana persistió el esplendor del templo, que alcanzó máximo esplendor. El santuario sufrió ataques y destrucciones, la acción del mar, su explotación como cantera de piedra ostionera y las sucesivas ocupaciones que sobre él se han ido desarrollando, por lo que ha desaparecido. Su existencia se constata por los textos griegos y latinos, citados desde el siglo XVI por historiadores y eruditos, y por los importantes restos arqueológicos hallados desde principios del siglo XX.

martes, 8 de febrero de 2011

Fenicios, fundadores de Cádiz

La fundación de Cádiz se remonta al año 1100 a.C. y se debió a los fenicios. En un principio se denominó Gadir que bien podría ser una derivación de Gudar que significa separación. Esta denominación tiene relación con el hecho de que en aquellos tiempos el territorio fuesen islas (Erytheia, Kotinoussa y Antipolís). Los fenicios con su idea expansionista con fines comerciales se interesaron por instalar una colonia en lo que consideraban en fin de la tierra conocida, en las Columnas de Hércules. Buscaban materias primas que intercambiarían con productos manufacturados que ellos recibían de Oriente. Para ellos significaba llevar su expansión comercial a los últimos confines pero para los pueblos primitivos hispánicos representaba una toma de contacto con un mundo que estaba mucho mas avanzado. Las pretensiones fenicias eran exclusivamente comerciales y por ello no encontraron resistencia en los pueblos indígenas con los que mantenían intercambio. Los fenicios realizaron varias expediciones a las tierras ibéericas y de ahí los asentamientos de Malaca ( Málaga ) Sexi ( Almuñecar ) Abdera ( Adra ) y Gadir.
  Los hipogeos de Punta de Vaca y Punta de Tierra son muestras de la cultura fenicia en tierras gaditanas. El Museo de Cádiz, creado en 1.970, alberga interesantes restos arqueológicos de la época fenicia como los sacórfagos antropoformos fenicios, restos de un capitel protoeólico del templo de Cronos ( está por confirmar si pertenecen a dicho templo), la estatuilla del
 Hércules gaditano y bronces fenicios del templo de Hércules-Melkart* ( localizados en Santi-Petri, Cádiz)
Estatua de Hércules Gaditano


Capitel protoeólico
                                                                     
Bronces del templo de Hércules-Melkart
                                                                                                                                                                                                              













Sarcófagos antropomorfos fenicios













*El Templo de Hércules Gaditano o Herakleión Gaditano fue un santuario que existió en las antiguas Islas Gadeiras, sobre el actual Islote de Sancti Petri (San Fernando, Cádiz).
Los orígenes del templo se remontan a los tiempos de asentamiento fenicio, pueblo que construyó un templo en honor a Melkart, El tiempo continuó tributando culto a dicho dios durante la dominación cartaginesa. Pero durante la presencia romana se tributó culto a Heracles/Hércules.

domingo, 6 de febrero de 2011

Tartessos, toda una cultura bajo nuestros pies

Tartessos alude a una civilización desarrollada por un pueblo prerromano asentado en el tercio sur de la península ibérica entre los siglos X al VI adC; pero también al territorio que ocupó, a su principal río (el actual río Guadalquivir) e incluso a la posible ciudad capital de ese estado, que se ha intentado hallar mediante varias excavaciones arqueológicas, hasta ahora sin éxito, en las costas de las provincias de Cádiz y Huelva, cercanas a la desembocadura del antiguo Betis.

El tesoro de la Aliseda y el Carambolo son los dos grandes yacimientos que permitieron iniciar el estudio de Tartesos. Se consideraron como paradigmas de la cultura de realeza, ejemplos de una sociedad claramente jerarquizada. Ambos yacimientos se encuentran dentro del bronce final o periodo geométrico. Hoy en día tenemos una mayor información del periodo inicial.
 Tesoro de Carambolo (izq.) y Tesoro de Aliseda (drch.)

Entre las fuentes orientales podemos citar a la Biblio (Reyes) en la que se mencionan una serie de productos exóticos. Entre las fuentes grecolatinas encontramos la identificación de Tartesos con una ciudad o un rio. Hoy en día se tiende a identificar Tartesos más con una cultura que con una ciudad.

Varias son las hipótesis históricas que se suelen manejar. Entre ellas podemos mencionar las siguientes:

*Evolucionistas(finales del XIX y principios del XX):
*Evolución de un desarrollo de un calcolítico y bronce pleno. Toman como punto de partida las culturas del Algar y Los Miralles, pero hay que tener cuidado ya que estas se sitúan en Almería.

Colonialista:

La cultura tartésica como desarrollo exclusivamente relacionado con el fenómeno colonial fenicio. Indoeuropea: aporte de gentes y pueblos celtas que llegan al sur imponiendo una cultura diferente.

Ramal de distintas culturas del bronce atlántico:

Pero se da el caso de que la mayoría de los elementos que definen la cultura tartésica son mediterráneos y no atlánticos. Los elementos mediterráneos se relacionan con el Egeo y el mundo microasriático (Pueblos del Mar).
En el territorio hay que diferenciar un núcleo central y un hinterland. El central tiene dos focos: el foco onubense y el foco del bajo Guadalquivir. El hinterland o "provincias tartésicas" contaría con Extremadura (provincia de Badajoz) y un foco portugués. Hacia el Mediterráneo los últimos hallazgos en Guardamar del Segura dan una cierta veracidad a las fuentes históricas que se refieren al territorio tartésico tan amplio como el comprendido entre el Tajo y el Mediterráneo y hasta el río Júcar. Se han encontrado grafitos en cerámica lo cual nos habla no sólo de extensión sino también de uso. El foco onubense es más abierto, más receptivo. El otro foco (Bajo Guadalquivir) es más interno y tradicional. El foco onubense se caracteriza porque sus poblados giran entorno a la explotación minero metalúrgica. El foco del Bajo Guadalquivir gira entorno a una economía agropecuaria y en relación a las vías naturales de comunicación con la meseta y Extremadura. En el foco onubense las vías se dirigen hacia la costa, hacia el puerto de Huelva, puerto comercial indígena y diferenciado del de Cádiz que es colonial fenicio, apesar de ello debemos contar con el hecho de que existe una clara organización social,distribución del poblamiento y del territorio, explotación de la metalurgia y la organización que ello supone. La economía gira hacia la explotación minero-metalúrgica y hacia la economía de tipo agropecuario.

Sobre la realeza disponemos de dos tipos de información. Por un lado tenemos noticias del rey Argantonio y de su ofrecimiento a los Foceos para que se asienten en el territorio tartésico y la negativa de éstos, que en cambio se llevan un importante tributo que les permitirá reconstruir sus murallas. Los tesoros de la Aliseda y Carambolo nos hablan de una clase social acomodada y de unos enterramientos de tipo principesco.

Análisis

No debemos solo analizar un periodo cronológico sino que debemos estudiar el y los periodos anteriores: Bronce Medio en Andalucía. Hay una ausencia de restos de este periodo en los grandes yacimientos tartésicos de esos niveles. Se conoce mucho mejor la zona oriental y sudeste (Agar, Millares.

*Entrando ya en la cultura tartésica hay dos periodos:

- Periodo geométrico, que coincide con el bronce final y abarca desde el 1200 al 750 a.C.

- Periodo orientalizante: la cultura tartésica se empapa de elementos orientales provenientes principalmente de los contactos fenicios y foceos. Coincide con la I Edad del Hierro y abarca desde el año 750-550 a.C.

El eclipse de la cultura tartésica no impide que muchos de los asentamientos que se formaron incluso en el periodo geométrico sigan estando habitados en el momento en el que surge la otra gran cultura protohistórica: la cultura ibérica, y en concreto la llamada TURDETANA, que dentro de los pueblos ibéricos serán los que tienen una mayor carga de elementos orientales.
El fin de los Tartessos
¿Cuáles son las causas que provocaron el declive de esta cultura?. Están íntimamente relacionadas con el debilitamiento del comercio fenicio en las costas andaluzas, aproximadamente alrededor del 600 a.C. Se observa el abandono de muchas de las ciudades y necrópolis fenicias y si no se abandonan en su totalidad se reconvierten. Son razones de tipo político. Los fenicios estaban interesados en la explotación de las minas de metales que eran muy demandados por Oriente, en concreto por el imperio asirio. Esas relaciones comerciales entre las colonias del occidente y los fenicios se interrumpieron debido a la presión asiria y a la interrupción del comercio.

Ello provoca un declive en una de las economías básicas de la cultura tartésica. Tartesos tiene dificultades para dar salida a esos metales. Este vacío se intenta solucionar planteando relaciones comerciales con los griegos (Argantonio y los foceos). La gran profusión de cerámica griega en todos los yacimientos onubenses en estratos fechados entre el 580 y el 550 a.C. confirman arqueológicamente este dato. Este establecimiento queda interrumpido por una nueva política que surge: los púnicos o cartagineses. Cartago intenta hacerse dueña del comercio. Su gran rival son los griegos. Impiden todo comercio por la zona del estrecho, la zona de salida del metal de las minas onubenses. Al mismo tiempo, la estrategia política cartaginesa es diferente. Tiene unos intereses militares muy claros. Habrá un desplazamiento de establecimientos púnicos hacia la zona levantina (fundación de Cartagena). Esa pérdida de interés contrasta con el alza de explotación de otras zonas mineras: las minas de Sierra Morena y las cercanas a Cartagena. A partir del 550 a.C. dará sentido al desarrollo de lo que se viene definiendo a la cultura continuadora de Tartesos: la cultura Turdetana.